Laura hace, hace y hace.
En este mundo asediado por la técnica como lugar de trabajo, que Heidegger veía asomar y por el que pedía serenidad, Laura siente, reflexiona, ahonda. Es ampliamente conocida en nuestra ciudad, su labor como gestora cultural y realizadora de innumerables actividades artísticas, especialmente en esa benemérita institución que es La Casa del Artista Plástico. Pero hoy en el Teatro El Círculo nos muestra su lado creativo, nos transmite su desbordante vivencia estética y emocional, desafiando toda lectura histórica. Dos trabajos de inmenso poderío artístico despliega, un poco a modo de mural, un poco a modo de instalación, pero siempre a modo dinámico, porque, me lo dice y la veo, Laura sigue haciendo, pinta en el suelo, pinta en vertical, aquí y allá, hoy y mañana, sus obras llevan en sí el impulso de su movimiento, sin meta final. No se ciñe a un marco, a un bastidor, ni siquiera a una pared, la forma y el color no le son suficientes. Me recuerda a Kestelman: ?Dónde termina físicamente la obra? Cuando el artista la imagina no se centra en un espacio determinado, la obra se va construyendo como “ la casa que despide vientos “. Todo se presenta y representa con una innegable impronta teatral, por eso se asocia de inmediato a la sala, la que podríamos pensar como un escenario más de este coliseo rosarino. En 1746 , el reconocido crítico La Font de Saint Yenne , contra la pretendida imposición de un arte imitativo por los salones académicos parisinos, señalaba: “Un cuadro es una obra representada en el teatro, cada uno tiene el derecho de manifestar su juicio, artista y espectador.” En estas obras, más allá de sus dotes compositivos, podemos ver los reflejos de nuestro río, la cercanía de sus costas, la flora, la fauna, el paisaje real o ficcional que nos abraza, cotidianamente, y toma vuelo hacia el cielo. Ahora es momento de callar, de agradecer a Laura por esta muestra y disfrutarla, penetrar sus trazos y silencios , desocultar todo lo que la habita, seguramente en clave de eternidad.

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Guido Martínez Carbonell / Agosto 2025